Hoy traigo
este tema de el arbolito de navidad ya que en una publicidad que he puesto en
Facebook acerca del que ya estamos casi listo para celebrar el nacimiento de
nuestro Señor Jesucristo me han criticado por tener un símbolo pagano en mi
hogar, implorándome a leer a Jeremías 10:3-4.
Con todo el
respeto merecido lo primero tengo que decir es que cuando citamos un verso bíblico,
debemos citarlo en el contexto en cual fue escrito y completo. Cual texto aquí citare yo.
Jeremías 10:1-5
(RVR1960)
Los falsos
dioses y el Dios verdadero
“Oíd la
palabra que Jehová ha hablado sobre vosotros, oh casa de Israel. Así dijo
Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo
tengáis temor, aunque las naciones las teman. Porque las costumbres de los
pueblos son vanidad; porque leño del bosque cortaron, obra de manos de artífice
con buril. Con plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para
que no se mueva. Derechos están como palmera, y no hablan; son llevados, porque
no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque ni pueden hacer mal, ni para
hacer bien tienen poder.”
En este
contexto Jeremías se refería a la idolatría de aquella época cuando la
comunidad en Judea quería predecir (como muchos quisieran saber hoy) y de
discernir “las señales del cielo” adorando a aquellos ídolos que creaban de la
madera que cortaban del bosque elaborándolos en el parecer de aquello que se ve
en los cielos. Muy claramente se refiere
el profeta aquí a las imágenes cinceladas y adornadas en madera o barro.
He visto
pastores que critican el tener un árbol de navidad en las casas y la costumbre
de intercambiar regalos como costumbres paganas, y antes de ese mismo culto la
pastora había iniciado una colecta para el REGALO NAVIDEÑO del pastor (se ve hipócrita verdad) pero veo aun cuando el pastor esta
predicando la gran crítica sobre el árbol de navidad en las casas que él no menciono los 3 arboles de navidad que estaban detrás de él en el pulpito.
Por tal es
mi humilde opinión que debemos practicar lo que nos enseña Pablo en Romanos
14:1 a 15:13 ya que hoy como en la iglesia primitiva, los cristianos a menudo
discrepan entre sí y crean problemas el uno para el otro. En Romanos 14:1 —
15:13, Pablo aborda esta cuestión. En primer lugar, se ocupa de las diferencias
de opinión sobre las normas sobre la alimentación y los días (14:1-12). Luego les
pide a los cristianos que no se hagan tropezar entre ellos (14:13-23). Luego
les dice que se concentren en agradar a la otra persona en lugar de ellos
mismos (15:1-6). Finalmente, él deja claro que el Evangelio es para judíos y
gentiles por igual (15:7-13).
Por esta Pablo
está más preocupado por la manera en que nos ocupamos de las diferencias que
por el hecho de que tenemos diferencias. Cristo no nos obliga a estar de
acuerdo en cada tema, pero él nos llama a amarnos unos a otros. En los
capítulos 14-15, Pablo proporciona orientación sobre las acciones que los
cristianos amorosos deben tomar, incluso cuando están en desacuerdo.
Pablo no
menciona judíos o gentiles hasta el final de esta sección. Haberlo hecho antes
habría polarizado aún más a los cristianos judíos y gentiles a los que estaba
escribiendo, y su objetivo era y sigue siendo unirnos en lugar de alejarnos
más.
En este siglo
XXI, los temas que dividen a los cristianos son diferentes de aquellos del
primer siglo, pero divididos estamos y cada día más. La guía que Pablo dio a
los cristianos romanos nos quedaría muy bien hoy si le pusiéramos atención.
Pablo nos llama a acoger a aquellos con quienes tenemos diferencias (v. 1) — no
a detenernos unos a otros en desacato o juzgarnos unos a otros (VV. 4, 10). Él
nos llama a reconocer nuestra conexión esencial como hermanos y hermanas en
Cristo (VV. 10 FF.) — reconocer que cada uno de nosotros es responsable ante
Dios (v 12) — y confiar en Dios porque El hace su obra perfecta.
Dada la gran
brecha existente en la iglesia hoy en día, particularmente sobre temas como el celebrar
las navidades, es muy difícil hacer lo que Pablo nos llama a hacer. Es muy
difícil no creer que nuestra posición es correcta y la otra está equivocada, terriblemente
equivocada. Es muy difícil no juzgar a otros cristianos y detenerlos en
desacato. Es muy difícil dar la bienvenida a los cristianos que no piensan,
alaban o actúan diferente que nosotros como hermanos y hermanas cristianos, y
aceptar la posibilidad de que Dios los acoja también. Es muy difícil amarlos.
Es muy difícil no demonizar a los del otro lado.
Por mi
parte, yo celebro con mi arbolito las bendiciones que me otorga el Señor, como
el poder después de tantos golpes el estar vivo y disfrutar de las personas que
ha puesto en mi vida, le doy gracia por esa persona especial que me envió para
completar mi vida, mis hijos, mis amigos, y aquellos que me rodean, yo prefiero
salir a oler las ovejas y poder traer aquellas descarriladas a la salvación. Eso es lo que simboliza para mi ese arbolito
navideño, el nacimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo en esta carne como
hombre, Hombre que nos dio el mas grande de los regalos, el morir en aquella cruz
para atinar por nuestros pecados y darnos la salvación eterna, ese es el regalo
mas grande que podemos tener en esta y todas las navidades, el resto oremos por
aquellos que no lo conocen.
Les deseo a
todos unas felices navidades y un prospero año nuevo.