“La justicia
engrandece a la nación; Mas el pecado es afrenta de las naciones.” (Proverbios 14:34 RVR1960)
Me encanta
el olor de la tierra cuando comienza la lluvia, este olor despierta nuestros
sentidos especialmente en la mañana. La esencia que emane de nuestra tierra es
una señal increíble que nos despierta anunciando un nuevo comienzo con el
proceso de la limpieza.
Es hora de
que América despierte y huela esa esencia ya que al mirar los acontecimientos
de los tiempos finales en la Biblia encontramos la superpotencia reinante en la
faz de la tierra, América no está inmune a la cadena de eventos en los últimos días.
Encontramos a
las naciones de Israel e Irán, y creo podemos hacer bastante buen caso que
Rusia y tal vez China se encuentren en ese profético escenario, pero no
encontramos allí a América.
Toda nación
tiene un comienzo, un mediado y un fin, todas las naciones tienen un tiempo útil.
Babilonia solo duro 86 años y Persia un poco más con 208 años.
A los 268 años
Grecia fue superada y la poderosa Roma gobernó por casi nueve siglos. El imperio Británico estuvo en poder durante
250 años y en estos momentos América ya tiene unos 235 años. Toda nación tiene
sus días contados.
Proverbios
14:34 nos dice “La justicia engrandece a la nación; Mas el pecado es afrenta de
las naciones.”
No nos apartemos
de la rectitud, porque al apartarnos de Dios estaremos invitando duras
consecuencias. Si abandonamos a Dios, si lo olvidamos tendremos aquí en América
también consecuencias que pagar.
David Barberis
David Barberis